Como comentaba hace unos días, les he propuesto a los chicos que experimenten la satisfacción que se obtiene al hacer y jugar a tus propios juegos. En concreto, les he propuesto hacer varios minijuegos (muy sencillos) para comenzar a familiarizarse con el mundo de la programación. La idea les ha entusiasmado y, como Scratch es muy agradecido a los que se acercan a él por primera vez, rápidamente han comenzado a ver sus progresos y logros. De hecho, entre la primera y segunda sesión ya han obtenido espectaculares resultados.
Una de las actividades que les he propuesto es la de hacer un juego en un laberinto en el que haya uno o varios enemigos. Este programa que expongo a continuación puede servir de modelo y ejemplo para hacer nuevas versiones y modificaciones.
En primer lugar, hacemos el programa para el personaje que manejará el jugador. Se trata de un pequeño muñeco que deberá ir por las intrincadas calles del tortuoso laberinto hacia la salida. Tiene algunas características que es importante resaltar. Al comenzar el juego, siempre aparece en la misma posición (213, 168), siempre se está moviendo (por lo que el jugador deberá estar muy atento) y cuando se pulsan las teclas de dirección el personaje acelera su marcha, lo que le ayudará a escapar de la bruja en los momentos de mayor apuro aunque, como contrapartida, complicará su periplo por el laberinto ya que, si chocamos contra un muro, el juego termina.
El laberinto tiene, cerca de la salida, una plazuela en la que vive una bruja (que puede hacer incursiones a otras zonas del laberinto). He programado su movimiento para que parezca que está volando. Es capaz de volar por encima de los muros aunque, cuando lo hace, acelera su movimiento. Su programa es considerablemente más sencillo que el del protagonista.
Scratch está muy bien pensado y ya viene con un programa de dibujo con el que hacer tus propios escenarios, personajes y demás elementos del juego. Con esta herramienta del propio Scratch dibujé el laberinto:
Y no tiene más. Como se puede ver, con muy pocas líneas de código, hemos hecho un minijuego que cumple a la perfección la máxima de los videojuegos: ‘fácil de controlar, difícil de dominar’.
Aquí lo podéis ver en acción, aunque el desarrollo del juego en el navegador difiere del que tiene cuando el programa corre Scratch (también el sonido es diferente). En el navegador es considerablemente más sencillo llegar a la meta, desconozco la razón de por qué ambas versiones son diferentes. Por ello, os invito a que bajéis el código fuente de la página del proyecto para poder ver cómo funciona offline ya que lo diseñé para jugarlo precisamente así.
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